El tiempo no perdona y los años muestra las cicatrices que me ha regalado
las aves botan plumas, las serpientes cambian piel, algunas floreces suelen renacer y,yo por ser humano no puedo deshacer las marcas en mi piel.
Escogí un disfraz para los años ocultar, una burla resulto porque no me pude acoplar
elegí la sonrisa de un payaso que solia mirar, intentando imitar mi tristeza no puede ocultar y,una mueca quedo de aquel absurdo antifaz.
Mis años tengo que aceptar, ya no puedo ver a tras la soledad no es lo que busque pero es lo que logre, no solo las arugas marcan mi edad el cansancio por vivir habla mucho más.
Ya no temo mirar el reflejo de un espejo,traze un camino y, las huellas no son de pasos sin andar, el disfraz se quedo a tras ya no tenia nada que ocultar,y sin copiar nada de aquel payaso que solia mirar, logre sonreir mas que aquel tonto antifaz mi sonrisa no era una mueca era mia, salia de mi corazon, era mi rostro no una mascara y, comprendi que aceptando lo que soy se vive mucho mas.
Hoy puedo despertar y sonreir, no logre mas de lo que tenia, no cambie las marcas de mi piel, los años no fueron menos pero si fue mas las ganas de vivir, ya no estoy sola, mis temores de envejecer no me dejaban ver el amor que rodeaba.
Esperaba la muerte como una absurda solución, hoy tampoco le tengo miedo, pero puedo decir que si he de morir, no va hacer un escape, sino el fin de una vida bien aprovechada, con logros y derrotas, con llantos y alegrias, con malas y buenas compañias.
Pero he de morir feliz porque al final de mi vida aprendi a vivir.